'el terrorista'.
Encuentro con el terrorista más buscado de Italia: "Me arrepiento de la lucha armada". (Crónica)
Es domingo y son las ocho y cuarto de la tarde cuando comienza el segundo tiempo entre el Gremio de Porto Alegre y el Avaí de Florianópolis. En el restaurante Myramar, dos parejas de jóvenes devoran una bandeja de ostras y miran de reojo el partido. El Avaí se juega el pase a la Libertadores. En la mesa de al lado tres hombres terminan sus bebidas con los ojos pegados a la pantalla. Dos cervezas y una copa de vino. Dos brasileños y un italiano. Un pescador anónimo, un amigo anónimo y Cesare Battisti. El «terrorista más buscado de Italia» para los Apeninos, y el «italiano encantador» para los pescadores de Cananéia (São Paulo), acaba su semana con fútbol y amigos.
Pronunciar el nombre del italiano entre los habitantes del último municipio al sur de São Paulo provoca una misma secuencia de acciones. Primero, el silencio. Luego, una mirada de lado, como si alguien los espiara. Y por fin una pregunta: «¿Pero quién es usted?». Después está la situación en la que al mismo camarero que minutos antes había respondido «no me suena de nada ese nombre», al ver llegar a Battisti, le falta tiempo para saludarle con un consistente apretón de manos y un sugerente: «¿Lo de siempre?».
Cesare Battisti es un nombre que cambia de significado en función de dónde se escuche. En Italia es el «terrorista más buscado», acusado de cometer cuatro asesinatos a finales de los años 70, durante los años del plomo y de las Brigadas Rojas. En Brasil, donde vive exiliado desde hace 13 años -actualmente como ciudadano legal con residencia permanente-, unos lo llaman «asesino» y otros «víctima de la justicia». Pero en Cananéia, la primera ciudad de Brasil, descubierta en 1498, el pueblo de pescadores del que uno no se puede marchar sin probar unas ostras, Battisti es para sus vecinos «un buen hombre».
Este fugitivo que lleva 36 años fuera de Italia hace más de 12 meses que vive entre dos aguas. Y además de metafórico -por ser un exiliado en Brasil que vuelve a jugarse su extradición-, también es literal. Cananéia es una lengua de tierra rodeada de mar y de río. Un pueblo que podría ser turístico pero que no llega a serlo, y que ha visto cómo en las últimas semanas sus calles se llenaban de periodistas en busca del italiano que volvió a ocupar la portada de los periódicos tras ser detenido en Corumbá (Mato Grosso del Sur) por un supuesto delito de evasión de divisas (6.800 dólares y 1.300 euros) con las que supuestamente pretendía cruzar la frontera hacia Bolivia. El arresto del pasado 5 de octubre colocó de nuevo la sombra de la extradición sobre su espalda.
Cesare Battisti, 62 años
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